Declarado Conjunto Histórico en el año 2015. Villanueva del Conde fue fundada en la edad media con las repoblaciones por los reyes leoneses y pertenecía al condado de Miranda. La declaración como conjunto histórico se debe a la distribución del casco urbano, en la que las viviendas forman una estructura que asemeja a una muralla.
En el interior se conservaba lo más importante, que en este caso son las llamadas “huertitas” pertenecientes a las casas por las que se accede. Además, hay tres accesos practicados debajo de las casas y unidos por medio de las “callejinas” franqueadas por muros de piedra de un metro de altura.
«Villanueva del Conde: un tesoro escondido en la tranquilidad de la Sierra de Salamanca.»
Destacan los soportales de las viviendas de la zona oeste con columnas que aguantan las casas. Esta distribución es muy poco común en toda Europa y no se puede ver en ninguno de los pueblos cercanos. Villanueva destaca también por sus numerosos pilares para el agua, construidos en el siglo XX.
La ermita del Humilladero se encuentra a la entrada del pueblo, junto al ayuntamiento. Es una capilla rectangular datada en el siglo XVII con un retablo dorado del siglo XVIII que acoge la imagen del Cristo del Humilladero.
La iglesia parroquial está dedicada a los Santos Mártires, San Fabián y San Sebastián, patronos del municipio, está situada en la plaza de las Eras en el centro del pueblo. Con una historia que se remonta al siglo XV. El impresionante retablo realizado por Antonio Vázquez en 1975 es una verdadera obra de arte. Con sus figuras meticulosamente talladas de San Pedro y San Pablo flanqueando el centro, y la representación de San Sebastián y el Calvario, este retablo de estilo dorado y ornamentado revela una estética anterior al barroco, añadiendo un encanto especial a esta pieza de arte sacro.