El fascinante arte de la joyería, con sus raíces profundamente arraigadas en las tradiciones árabes y judías, ha perdurado a lo largo de los siglos en Salamanca.
Desde el Siglo XV, cuando el respetado gremio de plateros estableció su venerada cofradía en la ciudad, este noble arte ha mantenido su prestigio en la geografía salmantina hasta la actualidad. En el apogeo del Siglo XVIII, se contaban hasta 40 obradores en la capital además de los establecidos en diversas localidades de la provincia, tejiendo la rica historia de este oficio. Aunque el número de talleres ha disminuido con el tiempo, el espíritu de la joyería de filigrana perdura en la pintoresca Sierra de Francia, donde hábiles artesanos continúan creando piezas únicas y preciosas. Localidades como Mogarraz y La Alberca siguen siendo guardianes de esta tradición, donde el arte de la joyería serrana brilla con luz propia.
El platero es un verdadero artista que acaricia la plata con destreza y precisión. Sus manos expertas dan vida a este delicado metal, y sus fieles aliadas son las pinzas, herramientas esenciales que le permiten esculpir auténticas obras maestras. Este oficio ancestral se nutre de técnicas transmitidas a lo largo de generaciones, conservando así su herencia y sabiduría.
«La tradición y la artesanía se entrelazan para crear joyas que no solo son hermosas por fuera, sino que también llevan consigo la historia y la pasión de quienes las crean»
El joyero, platero y también conocido como orive en la sierra, despliega su destreza en el banco de estirar, donde transforma láminas de plata en delicados hilos. Es en este punto donde se inicia la magia de la filigrana. Con estos hilos de plata, se teje una intrincada y fina malla siguiendo, cuidadosamente, los patrones y diseños imaginados por el hábil artífice. Estos diseños han sido transmitidos a través de generaciones, y cada joya que emerge de sus manos es un tributo a la creatividad y al legado familiar.
Te invitamos a que descubras la riqueza de las joyas tradicionales que atesora la indumentaria tradicional serrana, con ejemplos tan deslumbrante como el traje de vistas o de bodas. Estas joyas, que son auténticas obras de arte, incluyen collares, pendientes (como los de calabaza, llares, estribo, almendra y zarcillos), horquillas, sortijas (tanto de almendra como de boda), galápagos, veneras, cruces y botones, siendo el botón charro uno de los elementos más destacados. Estas piezas no solo realzan la belleza del traje popular, sino que también representan la herencia cultural y artística de la sierra, atrayendo a visitantes de todo el mundo que desean apreciar la artesanía y la tradición que se entrelazan en estas creaciones.
«Sumérgete en la historia y el esplendor de estas joyas icónicas mientras exploras la cultura local y su encanto único»