El día de la víspera comienza en Mogarraz con un pasacalles acompañado de gaita y tamboril. Después de la paella popular, este pasacalles recoge al pregonero para llevarlo hasta la plaza, donde pronuncia su discurso. El día de la fiesta, los danzarines se encargan de recoger al sacerdote que oficiará una misa como preludio a la procesión y a El Ofertorio, actos que concluyen con los bailes ejecutados por el grupo local, destacando en particular ‘el ramo’. Al día siguiente, la celebración continúa con la búsqueda de los novillos y la realización del festejo taurino.